2 Juan:5 La Biblia de
las Américas (LBLA)
Exhortaciones
4 Mucho me alegré al encontrar algunos de tus hijos andando en la verdad, tal como hemos
recibido mandamiento del Padre. 5 Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo
mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a
otros. 6 Y este es el amor[b]: que andemos conforme a sus mandamientos.
Este es el mandamiento tal como lo habéis oído desde el principio, para
que andéis en él. 7 Pues muchos engañadores han salido al mundo que no
confiesan que Jesucristo ha venido[c] en carne. Ese es el engañador y el
anticristo. 8 Tened cuidado para
que no perdáis lo que hemos[d] logrado, sino que recibáis abundante
recompensa. 9 Todo el que se
desvía y no permanece en la enseñanza[e] de Cristo, no tiene a Dios; el que
permanece en la enseñanza[f] tiene tanto al Padre como al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza[g], no lo recibáis en casa, ni lo saludéis, 11 pues el que lo saluda participa en sus malas obras.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
FE SIN LIMITES
“Y todo lo que
pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” Mateo 21:22 (RVR1960)
Cuán importante se considera que la oración y la fe
trabajen juntas,porque el creyente debe perseverar hasta ver la respuesta de
Dios. Para muchos puede resultar un gran desafío mantenerse firmes en oración,
porque quieren obtener una rápida respuesta, pero sabemos que esto no funciona
según nuestras urgencias.
Una fe práctica se
demuestra cuando las acciones de la vida expresan nuestra confianza en Dios. La
Biblia dice: “Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a
recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se
pueda ver.” Hebreos 11:1 (TLA)
Persevera en la
oración para esperar con fe la respuesta de Dios.
Cristhian Castillo
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ
El substituto.
En los días cuando
China era imperio, a un súbdito condenado a muerte le era permitido comprar un
substituto. Por lo general se compraba un hombre pobre, que con su sacrificio
procuraba levantar a su familia de la miseria. La sentencia era enviada al
Emperador para que la firmara, y luego devuelta al juez quien fallaba la causa.
El día señalado, el
verdadero reo era llevado al lugar de la ejecución, el juez procedía a leer la
sentencia, y luego llamaba al verdugo para que cumpliera la condena. En ese
momento el substituto se acercaba y se hincaba con su cabeza inclinada hacia la
canasta. Un golpe de espada y la ley quedaba satisfecha. El juez entonces
anunciaba libre al legítimo criminal, quien perdía su nombre, y por el resto de
su vida era conocido por el nombre de su substituto.
Todos los cristianos
reconocemos que teníamos un castigo que pagar por nuestros pecados, pero Jesús
tomó nuestro lugar en aquella cruz del calvario.
Filipenses 2:6-8
dice: “Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo
cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la
humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en
forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz
como morían los criminales. (NTV)
Jesús, siendo Dios,
decidió morir por nosotros como lo hacían los criminales, todo por amor; tuvo
una muerte cruel para que pudiéramos recibir el perdón de nuestros pecados y
tener vida eterna.
Si realmente
entendemos el gran sacrificio que Jesús hizo por nosotros, trataremos de llevar
el nombre del Señor en alto, procurando que la gente nos reconozca como
verdaderos cristianos, que los demás puedan ver en nosotros el amor, la
misericordia y el perdón de Dios.
¿Los demás ven en ti
a Cristo? ¿Realmente puedes llamarte cristiano? Si crees que no mereces llevar
ese nombre, estás a tiempo de cambiar tu vida y empezar a vivir haciendo honor
al nombre de aquel que dio su vida por ti.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
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